martes, 12 de mayo de 2015

La investigación-acción

                Los campos de estudio, a lo largo de los años, las décadas y los siglos terminan por aglutinar una serie de conocimientos relacionados con la rama investigada, conocimientos que, si son verificados y ordenados en teorías que dan explicación a una serie de fenómenos, pueden provocar que un sencillo ámbito de estudio, se transforme en CIENCIA.


                Estas teorías surgen por medio de la observación, la experiencia o el razonamiento lógico. Es decir, existen una serie de recursos a través de los cuáles, poder general las hipótesis que posteriormente deseamos comprobar. Y todos estos medios deben ser utilizados de la forma más eficaz posible. A lo largo del tiempo, los científicos han desarrollado una serie de patrones de actuación, las metodologías, que permiten que los conocimientos teóricos se constituyan de manera eficiente y sistemática.

                En la investigación científica (investigación desarrollada para recoger e interpretar datos) resulta vital utilizar las metodologías estipuladas. Su uso da origen al llamado método científico, un proceso de investigación secuencial que permite el desarrollo de un conocimiento válido gracias al empleo de metodologías fiables para la recogida de información y el análisis e interpretación de la misma.
                   El método científico es un proceso muy riguroso que requiere de cuatro pasos fundamentales:

  1. Planteamiento del problema.
  2.  Formulación de hipótesis que deber ser comprobada.
  3. Recogida y análisis de los datos.
  4. Interpretación de los resultados y conclusiones en relación con el problema.
Un método científico busca el desarrollo del conocimiento. Para ello, el primer paso a seguir es la identificación de un problema, y enunciarlo adecuadamente con el fin de facilitar la exposición y amplitud del mismo del mismo, así como la búsqueda de una fundamentación bibliográfica que amplíe los conocimientos que tenemos sobre el tema y ayude a enfocar el estudio. Tras esta revisión exhaustiva se puede formular una hipótesis que se desee verificar en relación con el ámbito de conocimiento trabajado. En base a las características de esta suposición (la hipótesis), y teniendo en cuenta los diferentes procedimientos que se pueden  desarrollar, se escoge una metodología y se diseña el plan de acción.

 La elaboración de una serie de experimentos o estudios empíricos nos permitirá recoger un conjunto de resultados que  deben ser contrastados, revisados, analizados e interpretados con el fin de elaborar una síntesis de los mismos. Esto permitirá confirmar o descartar la teoría inicial. Tal puesta en práctica para la obtención de datos puede ser evaluada en base a las informaciones cuantitativas y/o cualitativas que se vayan extrayendo de la observación y el análisis de la misma, pero también puede verse limitada por el condicionante humano o los problemas administrativos y burocráticos que surjan al necesitar algún tipo de apoyo, especialmente ante los problemas más complejos.

Siguiendo todos los pasos logramos que la investigación sea objetiva, precisa, muy detallada en cuanto a detalles y verificable desde el punto de vista empírico, es decir, desarrollada siguiendo un razonamiento lógico que nos lleva alcanzar una serie de conclusiones que pueden ser comprobadas de modo experimental.

¿Qué diferentes enfoques podemos darle a una investigación?

Una investigación puede ser entendida gracias a los métodos empleados para realizarla y según la naturaleza del conocimiento que se quiere generar. En base a ambos aspectos, a la manera en la que entienden el mundo los implicado/as en el proceso y a la forma en que se recogen los datos, tenemos la posibilidad desarrollar estudios cualitativos (más descriptivos) y cuantitativos (más cuantificables). Dependiendo de un enfoque u otro nos encontramos con tipos de investigación diferentes.


Investigación cualitativa

Desde un punto de vista cualitativo, encontramos que pueden darse investigaciones de corte más interactivo (etnográficas, estudios de casos, etc.) o de naturaleza no interactiva (análisis de conceptos, análisis histórico). Esta vertiente en recogida de datos da origen a técnicas como las observaciones participante y de campo; la entrevista en profundidad, las evaluaciones alternativas o las técnicas suplementarias. Además la presentación de datos de orden cualitativo se realiza mediante el siguiente esquema:

  •  Introducción.
  • Metodología.
  • Hallazgos e interpretaciones.
  • Conclusiones.
  • Referencias.
Investigación cuantitativa

Por su parte, desde un punto de vista cuantitativo encontramos que las investigaciones pueden tener un carácter experimental, semi-experimental, descripción de caso único, o bien pueden ser no experimentales (descriptivas, comparativas, correlacionales, etc.). Las técnicas para la recogida de datos derivadas de esta corriente son la observación estructurada, la entrevista estructurada, los cuestionarios, las evaluaciones alternativas y test de lápiz  y papel. Para la presentación de un informe de tipo cuantitativo se requiere la siguiente estructura.

  •  Resumen.
  •  Introducción.
  •  Problema de investigación.
  • Revisión bibliográfica.
  • Hipótesis de investigación.
  •  Metodología.
  •  Resultados.
  •  Exposición y conclusiones.
  •  Referencias.
En definitiva, podemos concluir que el método de investigación es vital para seguir procesos eficaces y “testados” que permitan el desarrollo de conocimientos y teorías en los diversos campos de estudio a tratar. Cada estrategia o acción debe de ser cuidadosamente examinada con el fin de poder escoger aquellos mecanismos de recogida, análisis y presentación de datos más adecuados a nuestros intereses. 

BIBLIOGRAFÍA 

  • LÓPEZ, SAENZ. C. (2003). Enseñar a pensar desde la Fenomenología. Filosofía y Niños, en https://www.bu.edu/wcp/MainChil.htm.
  • HEIDEGGER, MARTIN (2003). Ser y Tiempo. Editorial Trota, Madrid.
  • MORENO, W. (2005) “Un desfijador de significado para la intervención de lo corporal en el medio escolar.” En Revista Iberoamericana de Educación, Nº 39 págs. 169-205. Madrid.



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